lunes, 12 de noviembre de 2012

Viviendo rápido

Hoy me concentrare en los detalles. Si el sol se oculta rápido, me concentrare en ver su luz difuminarse. Y las cosas iluminadas por su luz, sus sombras también y sus formas. Luego les cuento si eso me permitió vivir más lento y bonito. Buen día a todos.



lunes, 5 de noviembre de 2012

Sorda

A veces hay que arrancarse las palabras. Tirar del sentimiento. Sudar la frustración. Hay veces que na'mas no te sale la voz. Y aunque grites apenas te entiendes. Entonces lloras por que no hay otra cosa más que hacer. Por que de alguna manera hay que vaciarse. Por que necesitas que sea importante.
Es el silencio el que hay que evitar. La nada la que me aplasta. Y si vagamos sin sentido, en círculos, o inconscientemente perdidos en un camino soñado... ¿Cómo evitar ahogarse de miedo?
Sólo somos granos de arena resbalando de una mano desconocida.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Lo que hoy me enseñó un pequeño bicho

Un bichito y yo nos quedamos mirando fijamente. Me agradeció por salvarlo del peligroso salón de ensayos, y despegó de mi brazo izquierdo. En mi piel está vivo el eco de su esfuerzo por abrirse camino a través de mis vellos. Tan pequeños para mi y tan pesados para el. Me sentí poderosa al verlo pelear asi. Me gustó sentirme Dios ese ratito. Luego el se fue volando y me dio una lección. El vuela, se va y no necesita de nada más. El tiene a Dios para si mismo y se lo lleva a donde va. Estos detalles llenan mis segundos de vida.



jueves, 25 de octubre de 2012

Cuando me olvidé de mi

Dos mariposas blancas bailaron alrededor de mi durante varios minutos. Segundos antes yo goteaba bajo el sol plantada frente a una vulcanizadora. Un señor de cara larga arreglaba mi llanta desinflada por alguna fea persona. Y mientras ellas revoloteaban alrededor, y yo giraba atraída por ellas, me olvidé de mi.
Allahu Akbar.

lunes, 15 de octubre de 2012

Te amo cuando te suelto. Tu y yo, así, dos, cada uno, solos, recordándonos, olvidándonos, felices extrañandonos.

El amor es un sentimiento. Lo demás es un contrato de intercambio.


viernes, 12 de octubre de 2012

Un poco de nostalgia desconocida

¿Cómo es que te extraño si nunca te he tenido? Apenas te conozco.
Desconozco la parte de ti que me hace suspirar, y aun así eres el sujeto
de mi desvelo. Estas tan fuertemente presente. Pero nunca has estado,
no existes en mi vida y eres más real que el pasar de mis días.
No quiero conocerte. Después tal vez quiera olvidarte, cuando tu te hayas ido
y me hayas olvidado. Que quede el recuerdo de un perfume
o una triste, conveniente resignación.
Sueño que te quedas, yo me quedo,
y nos esfumamos. Ya nos perdimos. Ya te tengo nostalgia.
Ya te quiero. Déjame darte todo lo que te tengo.
Ya no me cabe. Llévatelo.

miércoles, 10 de octubre de 2012

A imagen y semejanza

Pienso que convivir con el otro nos regala los más grandes aprendizajes. Dios tuvo que dividirse en miles de pedacitos para probarse a sí mismo.

jueves, 4 de octubre de 2012

Y nada.

Pude sentir la vida solo dos veces cuando era una niña. Ocurrió mientras me imaginaba que era un mono prehistórico, y admiraba perpleja el cemento, las llantas sobre el pavimento, los cables en el cielo, mi nariz pegada al vidrio y el vaaaaaaaho. Ese calorcito húmedo en mis mejillas y los edificios corriendo frente a mi no podían ser reales. Después de un segundo todo volvía a ser normal. La reali
dad era otra vez un hecho.

Trato de volver a sentirlo. Me quedo viendo por largo tiempo una llanta girar, los cables de la luz abriendose paso entre las ramas de un arbol, la computadora postrada en un escritorio de metal... Y sigo intentando, buscando que esto, aunque sea solo por un segundo, sea otra vez nuevo y ajeno.

sábado, 1 de septiembre de 2012

Tic tac

Entra. Azota la puerta. Sube las escaleras y su prisa me advierte el desastre. Se detiene frente a mi. "Te amo" dice.

Ah, no, "adiós" dice. "Ya no te quiero. Necesito aire".

O lo dije yo...

"Te quiero pero ya no te amo".

Ahora se que lo amaba tanto que ya era momento de irme.

lunes, 16 de julio de 2012

martes, 10 de enero de 2012

Kafka en la orilla, Murakami

Murakami, ¿que me haces que no dejo de soñar? Me has devuelto, no solo el gusto por la lectura, sino mi calida paz. Desde la primera página de tu libro, miro el mundo desde adentro.

Hoy tuve que parar en la página 173, porque debía seguir con el curso del día. El sauna, el tráfico, el ensayo, la memoria, otra vez el tráfico, mi casa, el té con leche de soya, balbuceos y este post, que fluyeron sin angustia; porque hoy, con tu libro bajo el brazo, se que la vida está en otra parte. Más cerquita de mi, que de lo que veo con mis ojos.


Balbuceando

Con cada respiración voy entendiendolo todo.


Nada importa.
Más dura que una roca.
Más fria que un pedazo de hielo
que quema si se contiene.

Burbujas de jabon
truenan y desaparecen.

Incertidumbre y frio.
Un hilo que me jala hacia dentro
de repente.

Mi cabeza palpita
un gritito sordo.

El miedo
escondido en las faldas de su mami.
Y las ideas. Todas mias. Esas sombras de nada.

Es esta nada vestida de seda
que cuido y admiro
y no me cubre del frio.

Respiro. Nada. No hay nada.

Y si permito que duela
es cuando miro, la luz.